Hugh Herr, maestro de la biónica y la biomecánica
Un hombre con varias piernas
Hugh Herr tiene 55 años, y nació en Pensilvania. Es doctor en Biofísica, y actualmente vive en Boston, en una granja ecológica y autosostenible.
Este excelente profesor y líder de investigación usa varios pares de piernas: unas para cada día, otras para correr, tres para escalar en hielo y otras para hacer submarinismo.
El motivo es que a los 17 años, a causa de un accidente, un compañero de escalada y él mismo sobrevivieron cuatro días sometidos a temperaturas extremas.
El fatal resultado de aquello fue que sus piernas biológicas se congelaron y tuvieron que ser posteriormente amputadas.
Desde muy joven estuvo interesado en los deportes, especialmente en la escalada. De tal manera, que antes del accidente que le llevó a perder las dos piernas, era un pésimo estudiante de biomecánica.
Vivía en aquellos días concentrado en sus resultados como atleta, y no le importaba prácticamente gran cosa más.
Después de aquello, decidió que quería volver a escalar, y dedicó su tiempo y esfuerzos al diseño de unas nuevas piernas.
Fue tan buena su labor, que doce meses después del accidente era incluso mejor escalador que antes del accidente.
Y todo ello gracias a unas piernas «ortopédicas».
El futuro que se acerca, según Hugh Herr
Y decimos «ortopédicas» entre comillas, porque aunque no dejan de serlo, su tecnología es tan extraordinaria que pueden considerarse casi de «ciencia-ficción».
Extremidades «ortopédicas» que uno siente como suyas, cuando se da cuenta de que puede controlar la presión y la fuerza. Cuando nos dan la opción de percibir frio o calor, o tener la sensación de tacto, como si de nuestras piernas o brazos originales se tratase.
Conectadas directamente al cerebro, a través de los nervios, la persona a quien se le ha implantado una de estas maravillas de la biónica y la biomecánica siente que esta forma parte de su cuerpo, de una manera espontanea y natural.
Según Hugh Herr, las discapacidades físicas dejarán de existir hacía el año 2050 o 2060.
Afirma, incluso, que tendremos sistemas de transporte que serán como nuestra vestimenta. Esto cambiará nuestras ciudades, pues ya no necesitaremos todas estas calles pavimentadas, y podremos convivir con la naturaleza.
Defiende la idea de que en el futuro todo deba de ser local, la comida y la tecnología. Eliminar la distribución, cara para el planeta y fuente de desigualdades. El uso de buena tecnología y buen diseño en todas partes independientemente de dónde uno haya nacido.
Para Hugh Herr, esa es la realidad hacia donde debemos dirigirnos, y por la que debemos luchar.
La buena voluntad de cambiar el mundo
Aunque resulte paradójico que en su origen provenga de una comunidad que rechaza los avances tecnológicos, en cierto modo su vida sigue siendo igual de simple que cuando vivía entre amish.
Desde un principio, Herr recibió el apoyo de su familia, el cual considera determinante, así como también lo fue la educación que recibió.
«Me inculcaron dos ideas esenciales: todo lo que hagas hazlo bien y, sobre todo, nunca desfallezcas, sigue adelante, sigue intentándolo».
Con 50 proyectos de biomecatrónica en marcha, Hugh Herr trata de integrar elementos mecánicos, electrónicos y biológicos para que podamos vivir sin parálisis, sin ceguera, sin depresión…
Asegura con determinación que la creatividad es emocional, que esta surge de personas que quieren crear cosas que no existen. La creatividad, según Herr, requiere fe, pues para él no se trata de otra cosa que de un proceso espiritual.
Hugh Herr, y los hombres del mañana
Gracias a la prótesis biónica que Hugh Herr le implantó, la bailarina Adrianne Haslet-Davis, que había perdido un pie en el atentado del maratón de Boston (2013), volvió a bailar.
«Un martillo es una herramienta, pero si lo conectas al sistema nervioso a través de electrones que has integrado en la herramienta, puedes controlar y sentir el martillo».
Todos estos sorprendentes avances científicos y tecnológicos suponen una profunda transición en la historia de la humanidad:
«Vamos a poder esculpir nuestros propios cuerpos».
En opinión del propio Herr, los humanos van a ser irreconocibles. Dicho esto en un sentido positivo.
Las cuestiones a las que Herr se refiere representan la integración del cuerpo humano y la biomecatrónica.
Aunque ello despierta cierta polémica: el hecho de utilizar la tecnología para mejorarnos como humanos.
Para Hugh Herr, todo ello se basa en mejores conexiones, expresiones, y experiencias:
«No sólo podremos correr maratones con 70 años, el mundo cambiará por completo».
MIRA ESTE INTERESANTE VÍDEO SOBRE LA CIENCIA DE HUGH HERR
Fuentes recomendadas: Entrevista en La Contra de La Vanguardia, por Ima Sanchís. 18/11/2019.